Se le llama así a la música que es
dedicada a Jesucristo y se realiza como una expresión del cristianismo. Se ha compuesto durante los últimos dos
mil años aproximadamente para manifestar tanto de manera personal como comunitaria las creencias religiosas y la fe
en Dios.
La definición de música cristiana, así como su papel fundamental, su
composición y su importancia, llegan a tener diversas perspectivas que a veces
varían según la denominación en cuestión.
Algunos la consideran una
forma útil tanto para evangelizar, enseñar y discipular al creyente, como para tratar aspectos
del estilo de vida cristiano. La música cristiana tiene su origen
exactamente idéntico al de esa religión; el cristianismo adoptó la música, con
características particulares (ver también GRUPOS
DE MÚSICA CRISTIANA), como una forma más de ceremonia
litúrgica. La música cristiana nació como una oración cantada, cargada de
devoción ("el que canta, ora dos
veces" diría San Agustín).